La postura de la FIA de controlar las declaraciones personales, políticas, religiosas y sociales de los pilotos de Fórmula 1 sigue generando revuelo y, después de las fuertes críticas de Lando Norris, el siete veces campeón de la categoría Lewis Hamilton sumó su voz al tema: “Nada me impedirá hablar de las cosas que me apasionan y los problemas que creo que existen”.
En los últimos años, Hamilton ha sido uno de los pilotos más socialmente comprometidos de la grilla, principalmente con cuestiones vinculadas a la discriminación y el movimiento Black Lives Matter. Luego de que la FIA decida actualizar su Código de Conducta y determine que los pilotos deberán consultarlos antes de hacer declaraciones de ese tipo, el británico estalló durante la presentación de su monoplaza para 2023 y aseguró que no modificará en absoluto su accionar: “Creo que el deporte tiene una responsabilidad, siempre, de alzar la voz y concientizar acerca de temas importantes, particularmente mientras viajamos a través de todos estos países. Nada cambiará para mí”.
Mohammed Ben Sulayem, presidente de FIA, aseguró en el momento de la actualización del Código que no querían que los pilotos usen a la F1 como una “plataforma para agendas personales”, pero al mismo tiempo negó que estén buscando silenciar a los pilotos. Sin embargo, para Hamilton -y muchos otros pilotos- esto parece difícil de creer, sobre todo si se tiene en cuenta que la FIA podrá sancionar a aquellos que incumplan la reglamentación.
Sobre este último punto, el británico aseguró que “sería tonto decir que uno quiere ser penalizado por hablar”, aunque añadió que seguirá “compartiendo libremente su opinión”. Asimismo, destacó el apoyo de Stefano Domenicali, CEO de la F1, y agregó que los pilotos están “unidos en cuanto a la libertad de expresión”.